SADA

- Superficie: 27,3 km²

- Población: 12453 habitantes

- Parroquias: Carnoedo (Santo André), Meirás (San Martiño), Mondego (San Xián), Mosteirón (San Nicolao), Osedo (San Xián), Sada (Santa María), Soñeiro (San Xián), Veigue (Santa Comba)

- El municipio de Sada está situado al norte de la provincia de A Coruña, a la orilla de la ría de Betanzos, con la que limita al norte y al este.

- Extensión: Tiene una extensión de 27,3 km cuadrados, repartidos en ocho parroquias: Carnoedo, Meirás, Mondego, Mosteirón, Osedo, Sada, Soñeiro y Veigue. Es una extensión que representa el 0,34% de toda la provincia de A Coruña.

- Perfil: El relieve del municipio es bajo y suave. Aproximadamente el sesenta por ciento de su superficie está por debajo de los 100 metros de altitud y solamente el resto supera esta altura. La costa de Sada es, en su conjunto, baja y arenosa. Hacia el norte, en las parroquias de Carnoedo y Veigue, es más escarpada. El río Maior es el más importante, penetra en el municipio en su curso bajo y desemboca en la playa de Sada, tras recibir al Samoedo y al río de A Ponte, afluentes del margen izquierdo, que drenan la mayor parte del municipio.

- Clima: Como le corresponde a todo el sector litoral coruñés, el clima se caracteriza por la suavidad de las temperaturas y por las escasas precipitaciones. Estas condiciones climáticas favorecen una vegetación abundante y variada, desenvuelta sobre un suelo de capacidad productiva elevada.

- Origen: El pueblo de Sada, según parece, fue fundado por una agrupación celta, los ártabros, que poblaron esta zona. El origen de tal creencia se vería apoyado por la existencia en el municipio de varios castros, entre los que destacan los de Meirás y Samoedo. En la Edad Media, y debido a la envidiable situación de Sada, se produjeron invasiones godas y grandes contratiempos, aunque ésta siempre renacía de sus cenizas. El proceso de romanización no fue muy intenso y de su presencia se conserva una estela funeraria y un ara dedicada al dios Cosus. Por su situación geográfica, fue escenario de sucesivos conflictos bélicos. En el año 969 las gentes del conde Gonzalo Sánchez destruyeron y quemaron las naves normandas, situadas en aguas de la ría; pero años más tarde la suerte será contraria y una invasión árabe comete todo tipo de atrocidades en la zona. En el siglo XII la familia de Traba impuso su señorío y posteriormente, en el siglo XIV, el duque de Lancaster intentó apoderarse de la villa como paso previo a la conquista de Betanzos, pero fue rechazado por Fernán Pérez de Andrade. Durante las Revoluciones Irmandiñas la gente de estas tierras apoyaron a los Andrade, poseedores de un señorío que abarcaba las Mariñas, la de los Condes y la de los Freire, y que juntas formaron la jurisdicción de Miraflores. Esta familia entroncó luego con la de los Castro y sus posesiones pasaron a la casa de Lemos. El activismo industrial en Galicia fue prácticamente nulo desde los inicios de la Edad Moderna. Sólo a finales del siglo XVII la iniciativa privada convirtió la villa de Sada en uno de los escasos focos fabriles de los que pudo disponer Galicia, en los que se elaboraban paños finos, tejidos, lienzos y manteles. Esta industria significó para Sada una enorme expansión comercial y un paralelo crecimiento demográfico hasta que en el año 1.750 comienza a florecer otra importante industria, la pesquera, con la que se instalaron numerosas fábricas desde Sada hasta Fontán.